La derrota ante Boston no fue la peor noticia para los Lakers. Antes del final, LeBron James se retiró por un dolor en la ingle, una lesión que le costará más que solo días.
Los Angeles Lakers no solo vieron cortada su racha de ocho victorias consecutivas con la caída ante los Boston Celtics por 125-113, sino que también perdieron a su máxima estrella.
A falta de 6:44 para el final, LeBron James abandonó el partido con molestias en la ingle izquierda tras una jugada en la que giró y realizó múltiples fintas contra Jaylen Brown antes de anotar. Aunque intentó seguir en cancha, en la siguiente posesión defensiva señaló al banco y pidió salir.
El diagnóstico oficial determinó una distensión en la ingle, y según ESPN, el cuatro veces MVP estará fuera entre una y dos semanas, con una reevaluación en las próximas 24 horas. "No hay mucha preocupación", aseguró James tras el partido, y agregó: "Obviamente, es día a día. Veremos cómo evoluciona y tomaremos las medidas necesarias".
Pese a su optimismo, la franquicia ya ha tomado precauciones, recordando que en 2018 sufrió una lesión similar que lo dejó fuera 17 partidos.
Esta ausencia llega en un momento crucial para los Lakers, que antes del cruce con Boston habían ganado 18 de sus últimos 21 partidos. En ese tramo, LeBron promedió 27.4 puntos, 9.4 rebotes y 7.9 asistencias con gran eficiencia y un alto nivel defensivo.
Si bien la llegada de Luka Doncic fue un factor clave en la mejora del equipo, James seguía siendo el principal motor del éxito angelino. Ahora, el desafío será mantener el nivel sin él en cancha.
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